miércoles, 28 de noviembre de 2018

Pandillas, jóvenes y violencia

Héctor Castillo Berthier

Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Resumen
¿Quién podría no tener una opinión sobre los incrementos de la delincuencia en las calles? ¿Quién no concuerda con la idea de lo que supuestamente es hoy la juventud y con lo que se piensa que está sucediendo con este importante grupo social? Los estudios sociales han presentado diferentes rostros de este fenómeno y aunque han formulado propuestas para la reintegración de estos grupos juveniles hoy surge una duda: ¿a qué sociedad se les quiere integrar si nunca han pertenecido a ella? Es un hecho que actualmente las políticas sociales de los gobiernos están en general disociadas y, muchas veces, en abierto antagonismo a los esfuerzos realizados desde la sociedad civil: ¿ha llegado el momento de replantear el papel del Estado frente a la caótica realidad existente? Existen barrios donde la violencia es una forma de vida y los residentes tienen que adoptar esa actitud, es decir, combaten violencia con violencia: ¿no es posible conjugar los conceptos de juventud y cultura con la definición de una política social pública que prevea estos escenarios? El presente trabajo pretende dar respuesta a algunas de estas interrogantes.
PANDILLAS: UNA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA
Como grupo social, los jóvenes están forzosamente vinculados a su entorno, al ambiente económico, social, político y cultural presente en cualquier etapa de la historia de un país o de una ciudad, y de esta relación histórica dependerán los mecanismos, acuerdos, visiones y formas de convivencia que se hayan establecido entre ellos y su sociedad; de ella también dependerá la imagen pública de los jóvenes, su percepción popular y las formas y límites que encontraron para asociarse entre sí, en cualquier contexto. Los jóvenes no son un grupo homogéneo, más bien el concepto juventud encierra en sí mismo la suma de numerosos grupos, muy distintos entre sí, que algunas veces llegan a ser hasta antagónicos. Por ejemplo, es un hecho que no todos los deportistas son jóvenes y que no todos los jóvenes son deportistas; sin embargo, el deporte es una actividad ligada intrínsecamente a la juventud. De la misma forma, no todos los jóvenes son delincuentes ni todos los delincuentes son jóvenes, pero, al igual que en el ejemplo anterior, existe cierta tendencia construida socialmente que, con frecuencia, relaciona estos dos conceptos hasta llegar a hablar específicamente de una "delincuencia juvenil": ¿qué tan real es esta percepción?, ¿es sano para una sociedad pensar así de sus "hombres y mujeres del mañana"?, ¿cuáles son los efectos que tienen este tipo de interpretaciones sociales?



BIOGRAFIA 



Héctor Castillo Berthier




Doctor en Sociología, investigador, músico, periodista, especialista en problemas urbanos en las áreas de basura, La Merced y el abasto alimentario, caciquismo, desarrollo social, cultura, juventud y violencia. Autor de varios libros y numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales. Columnista regular del Periódico Metro y conductor de programas radiofónicos. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y del SNI. Director del Proyecto Circo Volador y Coordinador de la Unidad de Estudios Sobre la Juventud (UNESJUV) en la UNAM.
Investigador T. C. Titular C
Formación: Doctor en Sociología. Universidad Nacional Autónoma de México.
PRIDE: C
Sistema Nacional de Investigadores: Investigador Nivel III
Área de Investigación: Estudios Urbanos y Regionales
Temas de Investigación:
  • Basura
  • Comercio mayorista de alimentos
  • Juventud y Bandas Juveniles
  • Cultura Popular
                                                         HUMILDAD

Podría decirse que la humildad es la ausencia de soberbia. Es una característica propia de los sujetos modestos, que no se sienten más importantes o mejores que los demás, independientemente de cuán lejos hayan llegado en la vida. Por ejemplo: “El campeón del último Grand Slam de la temporada mostró su humildad al pelotear durante más de dos horas con los niños que se habían acercado al estadio”“La estrella de Hollywood hizo gala de su humildad al saludar a cada uno de los presentes”“La humildad no es una característica propia de este cantante, quien siempre critica a sus pares”.

                                                                               SOBERBIO

En concreto, se establecen que hay varios ítems o características que dejan patente que una persona es soberbia:
• La mayor parte del tiempo que ocupa hablando lo hace refiriendo a los éxitos que ha alcanzado y a los logros que ha obtenido a lo largo de su vida, concretamente dentro de su carrera profesional.
• Disfruta cuando otras personas, fundamentalmente sus “adversarios”, experimentan el fracaso.
• Nunca reconoce sus errores y en absoluto acepta las críticas. Cuando alguien le realiza una crítica de su actuación la manera de defenderse que tiene es atacando.
• Tiene una gran dificultad para pedir perdón. En concreto, sólo en muy contadas ocasiones, y porque ya no le queda más remedio, solicita disculpas por actos que haya realizado o palabras que haya dicho.
• Posee una necesidad imperiosa y, a veces ya enfermiza, de recibir halagos. Por eso, necesita que quienes le rodean estén continuamente alabándolo y resaltando todo lo bueno que hace, las cualidades que tiene, el éxito que está consiguiendo…
• Es una persona que en todo momento necesita tener el control de cualquier situación en la que se encuentra metida.
• Se molesta e incluso puede llegar a sufrir por el éxito de otras personas.

                                                                   EGOISMO 

 Existen distintos tipos de egoísmo. El egoísmo psicológico es una teoría que afirma que la conducta humana está impulsada por motivaciones autointeresadas. El egoísmo ético considera que las personas ayudan a las demás pero siempre en búsqueda de un beneficio posterior (la ayuda representa un medio para obtener algo provechoso). El egoísmo racional, por otra parte, señala que la búsqueda del propio interés es fruto del uso de la razón.